Investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) sugieren que pagar para conseguir más tiempo libre, contratando a alguien para tareas domésticas como limpiar o cocinar, está vinculado a una mayor satisfacción, un hallazgo que pone en cuestión el viejo dicho de que el dinero no da la felicidad.Haz clic aquí para editar.
"La gente que contrata a alguien para que cuide de la casa o paga simplemente para que le corten el césped podría sentirse como si estuviera siendo perezoso. Pero en realidad muestra que comprar tiempo conlleva una mayor felicidad, similar a la de tener más dinero", ha reconocido la profesora Ashley Whillans, autora de la investigación que publica 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
En su trabajo encuestaron a más de 6.000 adultos de Estados Unidos, Dinamarca, Canadá y Países Bajos, a los que se preguntó cuanto dinero destinaban cada mes a tener más tiempo libre, su nivel de satisfacción con la vida y otros aspectos de su día a día como el nivel de estrés relacionado con el tiempo.
Los encuestados que gastaron parte de su dinero en ahorrar tiempo reportaron una mayor satisfacción con la vida, y el efecto se mantuvo incluso después de evaluar el nivel de ingresos.
"La gente que contrata a alguien para que cuide de la casa o paga simplemente para que le corten el césped podría sentirse como si estuviera siendo perezoso. Pero en realidad muestra que comprar tiempo conlleva una mayor felicidad, similar a la de tener más dinero", ha reconocido la profesora Ashley Whillans, autora de la investigación que publica 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
En su trabajo encuestaron a más de 6.000 adultos de Estados Unidos, Dinamarca, Canadá y Países Bajos, a los que se preguntó cuanto dinero destinaban cada mes a tener más tiempo libre, su nivel de satisfacción con la vida y otros aspectos de su día a día como el nivel de estrés relacionado con el tiempo.
Los encuestados que gastaron parte de su dinero en ahorrar tiempo reportaron una mayor satisfacción con la vida, y el efecto se mantuvo incluso después de evaluar el nivel de ingresos.
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